Santa Paula Barbada
La ermita románica de San Segundo está cerca del río Adaja. En esta ermita. en una tumba bajo un altar lateral a la derecha del altar mayor es donde que esta santa extraña: Santa Barbada, está enterrada. Una verja fuerte, que una noble le dedicó a la santa en 1537, guarda la tumba.
Aunque hoy día, es prácticamente una extraña, en 1519 se la consideraba como uno de “los modelos maravillosos” de la ciudad.
Paula, una granjera de Cardeñosa, iba a menudo a la ciudad a rezar en la ermita de San Segundo. La chica, que era muy hermosa tanto de cuerpo como de alma, era perseguida por un caballero que intentaba seducirla con palabras afectadas y lascivas que ella rechazaba despreciando todas sus promesas.
El caballero intentaba ganar su voluntad pero no podía e intentaba ganarla por la fuerza. Un día, cuando iba de camino a San Segundo, reconoció a distancia al caballero que venía para darle caza y llevarla en su caballo porque él también la había reconocido. La chica empezó a caminar deprisa y entró en la ermita de San Segundo y le pidió a Dios que la afeara y de repente, una barba espesa empezó a crecerle, haciendo que pareciera un hombre. Así pudo perder de vista y evadirse del caballero. Cuando el hombre entró en la ermita, encontró al hombre con barba quien, al contestar al caballero, le dijo que nadie excepto él, estaba allí. El caballero la buscó por toda la iglesia, como no pudo encontrarla montó en su caballo y se marchó.
El sitio donde, supuestamente, Paula estaba sentada se convirtió en capilla muy cerca de la iglesia. Parece que el granito de la roca donde Paula estaba sentada, hizo una cruz perfecta donde la santa se arrodillaba y oraba. Más tarde el lugar recibió el nombre de Roca de Santa Barbada. A la chica, desde entonces, se le llamó Santa Barbada e hizo penitencia el resto de sus días viviendo cerca de la ermita de San Segundo donde fue enterrada.
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