viernes, 18 de mayo de 2012

¿Dónde está el niño ?

Crónica Negra de Ávila (siglo XIX)

El juez de paz de Ávila ,Cipriano Solís de Barandiarán ,ejercía de juez de Primera Instancia de la ciudad y su partido en marzo de 1864 ,porque el titular Ulpiano Gregorio de Frías estaba viendo un caso de homicidio.En
su condición de juez interino, recibió aquel un escrito de Cipriano Fernández Peñafiel , gobernador civíl de la
provincia ,para informarle de que el alcalde de Cardeñosa estaba instruyendo diligencias para averiguar el pa-
radero de una criatura que parece dio a luz a principios de marzo de 1864 Lorenza López ,natural de Peñalba.Al tener conocimiento del hecho ,el juez Barandiarán abrió de oficio diligencias criminales y ,para esclarecer el caso , tomó declaración a todo bicho viviente entre vecinos y familiares que residían en Cardeñosa , Peñalba y Ávila .Se trataba de saber qué había de cierto en todo este asunto y, sobre todo , averiguar dónde estaba el niño que Lorenza había recién parido ,de confirmarse los rumores que corrían por Cardeñosa.
La criada Lorenza López fue la última en declarar y la primera en reconocer los hechos como ciertos. Soltera
en Peñalba ,con 27 años de edad ,se la fue a buscar para entrar a servir  en la casa de Benito Encinar ,rico
viudo de Cardeñosa ,desde cuyo momento empezó a solicitarla y requerirle de amores ,creyendo como cree
que cumpliría a su promesa ,obtuvo su virginidad y de este trato se sintió desde luego embaraza,durmiendo con él diariamente.
cuando se divulgó por el pueblo el estado de Lorenza ,Benito Encinar dispuso trasladarla a la casa que tenía en Ávila su pariente Zacarias Dominguéz ,jornalero de 28 años ,que estaba casado .Para evitar habladurías
de la gente ,la criada salió de Cardeñosa en plena noche ,montada en una burra y acompañada de José ,pa-
dre de Zacarias ,en cuya casa despachó a las tres semanas .
El viudo Encinar visitó hasta siete veces a Lorenza en Ávila , dos de ellas después de dar a luz .En la última
dijo que llevaran al niño a la inclusa con una papeleta en la que pedía que le bautizasen con el nombre de
Eusebio ,en cuyo día había nacido , y que lo cuidaran y mimasen por él ,porque el día de mañana , cuando
lo reclamase , no lo perdería .
Benito Encinar dio tres napoleones a la señora Justa ,partera que atendió a Lorenza , y regresó solo a Cardeñosa ,mientras Pascuala Rodríguez ,madre de la parturienta ,y mujer de Zacarías ,que había atendido
en su casa a la criada ,llevaron al recién nacido a la Casa de Expósitos ,sita en el ex-convento de la Concepción ,de la calle Valladolid.
El niño depositado en el torno a las 9,30 de la noche del 10 de marzo ,llevaba una camiseta nueva y un pañal
blanco de hilo de algodón ,dos mantillas ,la una de bayeta amarilla con tirana en azul ,y de muletón blanco,
la otra ;un juboncillo de tela indiana ,verde floreada ,y dos gorros ,uno de esta misma tela y el otro ,de mu-
letón.
Al día siguiente ,Ildefonso Matilla ,director de la Inclusa,llevó al niño a la Catedral ,donde fue bautizado ,so-
lemnemente, y se le puso por nombre Eusebio de San Segundo ,que fue lactado por la viuda de Navaendrinal
María del Peso.
Con esta declaración del director de la Casa de Expósitos de Ávila ,ese mismo 11 de abril quedaron totalmente esclarecidos los hechos ,dictando por ello el juez Barandiarán auto de sobreseimiento ,al considerar que habían desaparecido todos los indicios de criminalidad que motivaron la formación de las
diligencias ,por lo que no hay motivo ninguno para continuarlas de oficio.
Finalizada la investigación judicial ,Benito Encinar fue de nuevo a Ávila para interesarse por el estado de salud
de Lorenza , y que si estaba ya en condiciones de volver a casa ,la llevaría porque hacía falta . Las razones
que expuso el viudo Encinar a Lorenza para procurar que el parto no tuviera lugar en Cardeñosa , y llevar
luego al hijo de ambos a la Inclusa ,fueron evitar el escándalo y que sus hijos no le reconvinieran.
A pesar de que tanto en Peñalba como en Cardeñosa todo el mundo acabó sabiendo lo ocurrido con pelos y señales ,Benito Encinar y Lorenza siguieron viviendo bajo el mismo techo de la misma casa .Quizá con el
paso del tiempo y las aguas volviendo a su cauce ,Benito cumpliera su promesa y fuese con Lorenza a la
Inclusa de Ávila para reclamar al hijo de ambos ,a Eusebio de San Segundo, que pasaría a llamarse
Eusebio Encinar López.


P.D. :Espero que este relato escrito por Juan Ruiz de Ayúcar  ,les halla gustado tanto como a mí ,fue publicado el día 4 de febrero de 2007 .(Diario de Ávila )

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