- ¿Has visto que hermoso soy? ¿A que no has visto nunca un espantapájaros tan bien hecho como yo?
Pero los animales se marchaban sin decirle nada. Una vez, vio un águila volando por el cielo. La llamó y le preguntó:
- Águila; de todos los espantapájaros que has visto, ¿a que yo soy el mejor?
Y el águila respondió:
- Es posible que sí. Pero deberás agradecérselo al qeu te ha hecho así.
El espantapájaros, irritado, le dijo:
- ¡Yo no le debo nada a nadie! ¡Si soy el mejor y el más hermoso, es porque lo he conseguido sin ayuda de nadie!
Un día de mucho sol, estaba el dueño trabajando en el campo. Como no llevaba sombrero, cogió el gorro que le había puesto al espantapájaros. Éste se puso furioso, pero la cosa no acabó ahí. La mujer del dueño se había quedado sin calabazas. Recordó que para hacer el espantapájaros, le pusieron una calabaza como cabeza. Y fue a por ella para poder cocinarla aquel día. El hijo mayor también tuvo que coger la ropa vieja que le habían puesto al espantapájaros, porque quería disfrazarse para la fiesta del carnaval.
Así que, el espantapájaros orgulloso, que creía no deberle nada a nadie, resultó que todo lo que era, lo era gracias a lo que otros le habían dado.
Se agradecido con todos los que te dan algo....
No hay comentarios:
Publicar un comentario