PAISAJES PREHISTORICOS (CARDEÑOSA)

La geografía de grandes berrocales de granito favorece el asentamiento ya que entre ellos va formando pequeñas cuevas y abrigos que protegen al indefenso hombre primitivo. Encontramos algunos vestigios de este largo pasado en zonas de los Berrocales Largos y los Conchos (y también en La Casa de la Griega, aunque más discutidos), pues en sus abrigos naturales se aprecian algunas detalles del asentamiento del hombre prehistórico como lascas de sílex y otras señales de lo que sin duda fue existencia humana en esta zona de la meseta castellana durante esta etapa de la prehistoria.

Son fundamentalmente granitos, cuyo modelado por los agentes externos –atmósfera, heladas, lluvia, escorrentía, arroyos, etc,- ha dado lugar a una morfología típica de paisajes berroqueños o berrocales, tal y como se puede apreciar en “La Lobera”, “Arroyo Cardiel”, “El Castillo” o “Las Cogotas”. También son típicos de estos paisajes los canchales, tormos y piedras caballeras, algunas de ellas bien visibles en el camino de Las Cogotas.

Este granito ha sido materia prima para la extracción de bloques en las numerosas canteras que se han abierto en el término municipal durante décadas, si bien la mayoría de ellas, pequeñas, ya están abandonadas.

Es frecuente encontrar dentro de los bloques de granito unas inclusiones redondeadas de minerales oscuros denominados gabarros, constatándose su frecuencia de aparición hacia el norte del término.

El norte de Cardeñosa es metamórfico, correspondiendo con una alineación de montes de pendiente suave y lomas que en dirección O-E se denominan: “Cuesta Morena” (1.170 m.), “Costones” (1.183 m. y vértice geodésico de la zona), Alto de la Silla (1.156 m.) y Cerro de Peñalba (1.135 m.).