Era una tarde muy soleada y calurosa. Una zorra, que había estado cazando todo el día, estaba muy sedienta. |
“Cómo me gustaría encontrar agua”, pensó la zorra. |
En ese momento vió un racimo de uvas grandes y jugosas colgando muy alto de una parra. Las uvas parecían maduras y llenas de zumo. |
“¡Oh, oh!” dijo la zorra mientras la boca se le hacía agua. “ El zumo dulce de uva sacia my sed!”. |
La zorra se puso de puntillas y se estiró todo lo alto que pudo, pero las uvas estaban fuera de su alcance. |
No queriendo abandonar, la zorra tomó impuso para alcanzar las uvas. Fue inutil, no pudo alcanzar las uvas. |
La zorra saltó y brincó una y otra vez pero no pudo alcanzar las uvas en ninguna ocasión. Al final la zorra estaba más sedienta y cansada que nunca. |
“¡Qué tonta soy!” dijo la zorra con rabia. “Las uvas están verdes y no se pueden comer. De todas maneras, ¿para qué las querría?. Y así se marchó la zorra. |
Moraleja: Algunas personas desdeñan y menosprecian lo que no pueden tener. |
miércoles, 28 de septiembre de 2011
"LA ZORRA Y LAS UVAS" (Fábulas de Esopo )
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